viernes, 30 de marzo de 2012

Tipos de contaminación

Contaminación térmica


La desaparición de diversas especies animales y vegetales sensibles, la llegada de especies invasoras, la degradación del agua o el cambio climático son algunas de sus consecuencias. Los consumidores son importantes para evitar este tipo de polución.

 Qué es y cómo afecta al medio ambiente 

 La contaminación térmica se produce cuando la temperatura ambiente cambia por alguna actividad humana. Las centrales termoeléctricas o las nucleares, dos de los sistemas de generación de energía más comunes de la actualidad, se encuentran entre sus principales causantes.

En estas instalaciones, el combustible se transforma en calor para producir energía. La baja eficiencia del sistema se traduce en la expulsión al exterior de grandes cantidades de calor. Para enfriarlo, se utilizan volúmenes importantes de agua, y por ello, este tipo de centrales se ubican en lugares costeros o cercanos a lagos o grandes ríos. En 1988, la central nuclear de la bahía Nanwan, en Taiwán, dañó los arrecifes de coral de la zona a causa de la falta de control de sus salidas de calor. 



                            

 En los ecosistemas acuáticos, la alteración de uno o dos grados centígrados puede provocar un elevado impacto ambiental. Los animales de sangre fría, como los peces o los anfibios, son muy sensibles a las variaciones térmicas. El aumento de la temperatura del agua puede afectar a su sistema reproductivo. La actividad bacteriana y de parásitos se estimula y favorece la aparición de enfermedades.

El calor acelera la actividad metabólica. Los organismos afectados consumen más alimentos en menos tiempo y reducen los recursos del entorno, con la consecuente disminución de las poblaciones. Otro posible efecto negativo es la eutrofización del agua, un proceso que favorece el crecimiento rápido de algas y otras plantas verdes que enturbian el agua. 

 Una mayor temperatura provoca también migraciones animales. Los seres vivos que no aguantan los nuevos cambios tratan de huir a otros lugares más templados. Por su parte, seres de otros lugares más cálidos viajan al nuevo hábitat gracias a sus nuevas y favorables condiciones, con los efectos negativos de las invasiones de especies. La situación deriva en una pérdida de biodiversidad.

La transformación de los ecosistemas es otro de los grandes causantes de contaminación térmica. La eliminación de la vegetación de las orillas de los lagos y ríos deja sin sombra a unas aguas cuya temperatura puede ascender varios grados. La destrucción de arbolado y baja vegetación en zonas limítrofes contribuye a la erosión del suelo y el enturbiamiento de las aguas. 

 El agua es el medio que más sufre esta amenaza, pero el aire no se encuentra a salvo. Las concentraciones urbanas generan un efecto, conocido como "islas de calor": las grandes ciudades registran temperaturas mayores que sus vecinos de las zonas colindantes. Otro efecto de la actividad industrial, la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, también provoca el aumento de las temperaturas globales, y con ello, un cambio climático.

La contaminación térmica también se produce cuando se genera el enfriamiento del entorno. Algunas plantas de regasificación de gas natural utilizan grandes cantidades de agua marina que devuelven más fría.


Medidas para combatir la contaminación térmica

El fenómeno de la contaminación térmica se ha estudiado desde los años 70 del siglo pasado. Los consumidores son importantes en la reducción de esta contaminación. Su conciencia ecológica puede pesar en las instituciones, de manera que apliquen normativas medioambientales más rigurosas que contemplen medidas contra los escapes de calor.

Por otra parte, los ciudadanos también pueden presionar sobre las empresas para que asuman medidas de control y reducción de dicha polución. La utilización de torres de evaporación en las centrales eléctricas disminuye en parte la temperatura. Asimismo, se utilizan diversos controles para evitar un excesivo aumento del calor en el exterior. Las centrales nucleares deben cesar su actividad de manera temporal si no pueden rebajar su temperatura de salida a unos límites establecidos.

El apoyo de tecnologías más limpias es otra vía en la que los consumidores pueden ser importantes. El aumento de la eficiencia en las instalaciones industriales ha supuesto la reducción de derroche de la energía en forma de calor. Las denominadas plantas de cogeneración aprovechan el exceso de calor para otros procesos productivos. La sustitución de la energía procedente de centrales de combustible fósil o atómico por otra de origen renovable, como la eólica o la solar, contribuyen a reducir este tipo de contaminación.

En los hogares, los consumidores pueden reducir el uso de la energía. De esta manera, además de ahorrar dinero, reducirán el impacto de la contaminación térmica. Asimismo, los consumidores también pueden apostar por sistemas de vida más ecológicos que disminuyan la destrucción de los ecosistemas.



                               


Contaminación acústica


Podemos definir la contaminación acústica como el exceso de sonido que altera las condiciones ambientales normales en una determinada zona y degrada la calidad de vida de los habitantes de esa zona.
El término contaminación acústica hace referencia al ruido (entendido como sonido excesivo y molesto), provocado por la actividad humana (tráfico, industrias, locales de ocio, aviones, etc.), que produce efectos negativos sobre la salud física y mental de las personas.  Este término está estrechamente relacionado con el ruido debido a que la contaminación acústicase da cuando el ruido es considerado como un contaminante, es decir, un sonido molesto que puede producir efectos nocivos para la salud.
El principal causante de la contaminación acústica es la actividad humana. Aunque el ruido ha existido desde la antigüedad es a partir del siglo pasado, como consecuencia de la Revolución Industrial, del desarrollo de nuevos medios de transporte y del crecimiento de las ciudades, cuando comienza a aparecer el problema de la contaminación acústica tal y como lo conocemos ahora.
contaminacion acustica

Contaminación lumínica
Se entiende por contaminación lumínica la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones y/o rangos espectrales donde no es necesario para la realización de las actividades previstas en la zona alumbrada.
A efectos prácticos es conveniente acotar el ámbito de actuación del asunto de la CL en función de su magnitud o cobertura geográfica. En este sentido podemos clasificar que las diferentes actuaciones van a tener incidencia a nivel de.....
Alumbrado urbano: (cascos urbanos de ciudades): ciudades y núcleos de población grandes o muy grandes. En este apartado se contempla el alumbrado de calles y viales de uso para vehículos, peatonales, plazas, parques, urbanizaciones de viviendas localizadas en el núcleo urbano, etc. Las competencias de actuación son a nivel de Ayuntamientos y comunidades autónomas.
Alumbrado de cascos urbanos de pueblos: núcleos de medio o bajo poblamiento. Problemas y situaciones similares al apartado anterior pero de menor impacto. Competencias de ayuntamientos y corporaciones locales, así como de diputaciones provinciales.
Alumbrado de zonas residenciales: urbanizaciones y núcleos de población no urbanos. Aunque por afiliación estarán insertos en algún municipio principal, sus características (lejanía de núcleos urbanos, baja densidad de población etc.) les confiere unas características especiales. Principalmente presentaran incidencia el alumbrado peatonal y el correspondiente a la iluminación de accesos a las viviendas. Su competencia es de los ayuntamientos a los que pertenecen y en menos medida a las comunidades y asociaciones de vecinos de existir.
Alumbrado de vías: carreteras y caminos principalmente de uso vial. El correcto alumbrado de estas es de vital importancia para la seguridad vial. Son competencia de las administraciones estatales y autonómicas, aunque el caso de caminos y accesos pueden ser competencia de ayuntamientos.
Alumbrado especial:  fachadas,  iluminación ornamental, monumentos, etc. Aunque por lo general pertenecerán a núcleos urbanos, requieren un tratamiento especial. Generalmente son competencia de ayuntamientos.
Alumbrado privado: alumbrado interior de las viviendas, así como el de terrazas y jardines particulares. El alumbrado interior es el que menos incidencia tiene en la parte visible de la contaminación luminosa, no así en su incidencia el aspecto derivado del exceso de consumo. Su responsabilidad es exclusivamente ciudadana y quizás por regulación municipal en el apartado de alumbrado de terrazas, patios y jardines privados.

Consecuencias de la contaminación lumínica

La CL como una forma más de contaminación tiene graves implicaciones en diferentes aspectos.

Medioambientales: el impacto sobre el medio ambiente directa e indirectamente, es con diferencia,  la principal consecuencia de la CL.
  • Alto consumo energético: abuso de los recursos naturales y emisiones de elementos contaminantes a la atmósfera como CO2 y otros, así como la generación de residuos (en muchos casos nucleares) provenientes de centrales productoras de electricidad (para iluminar nubes). Las lámparas de mercurio, cadmio y otros metales pesados  generan residuos altamente  tóxicos y de difícil reciclaje.
             
  • Alteración de los hábitat naturales: alteración del ecosistema nocturno y en las cadenas tróficas. Agresión a aves, murciélagos, peces, insectos, anfibios, y otros animales que ven alteradas sus costumbres y hábitos nocturnos. En este sentido, las emisiones de luz ultravioleta de luminarias inadecuadas (invisibles para el ojo humano) hace que muchos insectos, algunos animales y diversas plantas, que si poseen sensibilidad  a este rango espectral, sean alterados de forma significativa en sus ciclos vitales.
Económicas: Alto coste de la factura energética publica y privada. Tan solo en Alemania la energía desaprovechada en 1998 era el equivalente de la producción total de una central nuclear de media potencia. En Cataluña se malgastan anualmente unos 18 millones de euros  en concepto de iluminación inadecuada. El consumo energético destinado a alumbrado público representa, a escala municipal,  aproximadamente el 50% del total, es evidente que una reducción de este apartado puede representar un ahorro económico importante.
En el ámbito de la seguridad: Uno de los objetivos principales del control de la contaminación lumínica es la mejora de la calidad de la iluminación ambiental. En este apartado se pueden citar como consecuencias principales:
  • La disminución de la seguridad vial por inadecuada iluminación puede provocar accidentes de tráfico. El paso de zonas deficientemente iluminadas a otras mas iluminadas provoca deslumbramientos y perdida momentánea del control de la conducción. Otro factor importante es la calidad de la iluminación en función de la percepción de los movimientos y maniobras de otros vehículos.
                
  • Deslumbramiento peatonal por excesiva e inadecuada iluminación que provoca a veces cortinas de luz que deterioran nuestra capacidad de percepción y visión del entorno exponiéndonos a accidentes evitables con iluminaciones homogéneas y dentro de unos niveles lumínicos que no provoquen el deslumbramiento momentáneo.
                    
  • Dificultar el tráfico aéreo y marítimo. Muchas de las actividades relacionadas con el tráfico naval y aéreo dependen de la señalización nocturna para la realización de diferentes maniobras. Una excesiva iluminación de las cercanías de puertos y aeropuertos pone en peligro el correcto funcionamiento de esta señalización imprescindible para el correcto funcionamiento de sus actividades.
Sociales y culturales: a nivel social  el exceso y la  mala calidad de la iluminación tiene consecuencias importantes y que no han de ser obviadas.
  • Perdida de la oscuridad de la noche: modificación (desaparición) del paisaje natural nocturno. Hay que preservar la oscuridad de la noche de acuerdo a la declaración universal de los derechos de las generaciones futuras de la UNESCO.
                 
  • Intromisión lumínica por luz indeseada del exterior que entra en nuestras casas por luminarias inadecuadas o por carteles y anuncios publicitarios. Las consecuencias de esta intrusión en la privacidad pueden tienen importantes consecuencias de carácter psicológico.
                  
  • Imposibilitar la observación e investigación astronómica de observatorios y amateur. Las actuales condiciones de contaminación lumínica tienen gran incidencia en los programas de investigación astrofísica y en la planificación de los emplazamientos de los observatorios astronómicos. Cada día es más difícil encontrar santuarios geográficos libres de la influencia de la luminosidad de las grandes ciudades y zonas “desarrolladas”. Es más, muchos de los grandes observatorios de décadas pasadas están en serio peligro por el aumento de la polución luminosa de las poblaciones cercanas a ellos. De seguir así las cosas, la  investigación astronómica realizada desde la superficie terrestre va a ser prácticamente imposible, quedando como única opción las costosas observaciones espaciales realizadas desde fuera de la atmósfera terrestre. Esto no beneficia a nadie, y menos al desarrollo de pequeños países que no pueden costear los costosos programas de investigación que ello implicaría. La contaminación lumínica pone en serio peligro el desarrollo de nuestro conocimiento del Universo.
                   

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